Encontrar la pareja ideal es un trabajo duro. Cuando tenemos opciones, tomamos en cuenta varias características: la belleza, la personalidad, la riqueza, las aspiraciones, la bondad, y la lista continúa. Pero pocos de nosotros pondría la dieta de nuestros posibles compañeros en esta lista. Sin embargo, si usted es una hembra de la mosca de la fruta, la lista de criterios para la selección de pareja tendría que re-hacerse.
En un estudio publicado en la revista Scientific Reports de junio, mi colega Stuart Wigby y yo mostramos los efectos negativos de la dieta de los machos en la reproducción femenina de la mosca de la fruta, Drosophila melanogaster. Alimentamos a los machos con dietas en las que había diferentes proporciones de proteína y azúcar durante 4 días, y copulamos estos machos con hembras vírgenes. Después de la copulación, contamos el número de descendientes producidos por dichas hembras por un día después de la cópula. Después de eso, las mismas hembras fueron copuladas por segunda vez con machos sanos, criados en una dieta estándar, y contamos el número de descendientes producidos por un período de tres días después de la segunda cópula.
Los resultados son sorprendentes: encontramos que la dieta del primer macho copulado con una hembra virgen tiene efectos duraderos en la reproducción femenina: las hembras que copularon con machos alimentados con dietas ricas en proteínas produjeron menos descendencia, aún después de copular de nuevo con el macho sano.
De alguna manera, la dieta de la primer pareja de la hembra afecta su potencial de reproducción.
Pero, ¿qué significa eso? Es demasiado pronto para dar por hecho, ya que este es el primer estudio que muestra este efecto. Sin embargo, creemos que la respuesta reside en el semen del macho, que es un cóctel que consta de esperma, azúcar, vitaminas, proteínas y otras moléculas. Más importante aún, estos componentes hacen parte del semen de muchas otras especies.
Por lo tanto, nuestros resultados pueden, en teoría, ser observados en otras especies del reino animal, ¡incluidos los seres humanos! Por supuesto, es apresurado sacar esa conclusión, pero de llegarse a confirmar en otras especies, estos resultados sugieren que las mujeres deberían elegir a su primer pareja reproductiva no por la belleza o la personalidad, pero sí por la dieta que su pareja consumió recientemente.
Aunque la lista de criterios para encontrar al compañero ideal puede incluir aún más, una cosa es cierta: encontrar la pareja perfecta es una tarea muy ardua.
Juliano Morimoto es brasilero y un estudiante PhD en la Universidad de Oxford.
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